Restaurante Bazar, Rotterdam
Recién llegado de otro viaje que me ha llevado por los Países Bajos vengo a contaros como ha ido mi experiencia gastronómica en Holanda. Como no podía ser menos nos han llevado a comer a buenos y renombrados restaurantes de calidad. Tengo que dar las gracias desde aquí a la oficina de Turismo de Holanda y a Easyjet que han hecho posible este viaje y en el que nos han tratado de maravilla, todo hay que decirlo. Si queréis saber más sobre mi reciente viaje os invito a pasaros por mi blog myguiadeviajes, donde estoy relatando lo acontecido en el mismo.
En general tengo que deciros que, a pesar de haber estado antes en el páis y haber probado algunas de sus especialidades como la sopa de guisantes o el pancake, me ha dejado un sabor agridulce y no ha colmado mis expectativas, culinariamente hablando.
Holanda es un crisol de culturas, de etnias y al haber tenido tantas colonias repartidas por el mundo tienen influencias de muchos países. Esa variedad abre un gran abanico de posibilidades culinarias y por el país hay repartidos cientos de restaurantes de variados rincones del mundo, desde Oriente Medio hasta el sudeste Asiático. También hay que decir que tienen platos propios pero no veo esa calidad en la cocina que hay en otros sitios de Europa.
No puedo dejar de hablar de la desesperante lentitud en muchos de los lugares en los que hemos comido. Según me cuentan, está incluso mal visto que te sirvan muy rápido. La verdad no estoy acostumbrado a esperar entre plato y plato 30 minutos o que una cena dure más de 2 horas.
Como todas las costumbres que encuentro cuando viajo, no hay otra cosa que respetarlas aunque le choquen un poco a un españolito de a pie como yo.
Vamos a hablar del primer restaurante que visitamos en la moderna Rotterdam, el restaurante Bazar, un local de cocina exótica que mezcla cocinas de países del norte de África, Turquía y Oriente Medio.
El restaurante es muy conocido en la ciudad y está siempre ambientado y lleno hasta los topes. Como digo, por aquí gusta mucho este tipo de cocina exótica y disfrutan probando distintas cocinas del mundo.
Ubicado en una de las calles más concurridas de la ciudad, Whitte de Withstraat 16, cuenta con una decoración acertada que te transporta irremediablemente a países lejanos, y donde destacan su múltiples lámparas multicolores. Mesas de madera algo curtidas y una cubertería exótica le terminan de dar ese toque tan auténtico al local.
La carta cuenta con platos como el cous cous, el cordero, salmón, kebab, falafel y muchas especialidades turcas, marroquíes y de oriente medio.
Al ocupar nuestros asientos nos han ido sirviendo algunos platos variados de lo más representativo del restaurante. Me ha costado saber incluso lo que comía, cosa que hizo la comida mucho más divertida. Entre otras especialidades hemos probado humus o crema de garbanzos, arroz envuelto en hojas de parra , distintas cremas para untar que no logré descifrar, todo acompañado con sus correspondientes panes.
También probamos típicas patatas con mayonesa ( un clásico en Holanda), y platos con salchichas, rollitos variados rellenos de especias, alitas de pollo a la brasa... La verdad es que todo estaba bastante rico, exceptuando algún sabor que mi paladar no logró descifrar.
En general me fui con buen sabor de boca de este restaurante étnico de cocina fusión del medio oriente. Ambientado, buena cocina y no tardan demasiado en traer los platos. Si os pasáis por esta ciudad llena de rascacielos es una buena opción para probar distintas especialidades de la cocina de Oriente Medio y norte de África.
Ya seguiremos hablando de la "Holanditis" que he sufrido estos días y de los restaurantes que he podido probar durante mi viaje a los Países Bajos. Cuidaros y no dejéis de comer bien, vuestro cuerpo y mente os lo agradecerá.
En general tengo que deciros que, a pesar de haber estado antes en el páis y haber probado algunas de sus especialidades como la sopa de guisantes o el pancake, me ha dejado un sabor agridulce y no ha colmado mis expectativas, culinariamente hablando.
Holanda es un crisol de culturas, de etnias y al haber tenido tantas colonias repartidas por el mundo tienen influencias de muchos países. Esa variedad abre un gran abanico de posibilidades culinarias y por el país hay repartidos cientos de restaurantes de variados rincones del mundo, desde Oriente Medio hasta el sudeste Asiático. También hay que decir que tienen platos propios pero no veo esa calidad en la cocina que hay en otros sitios de Europa.
No puedo dejar de hablar de la desesperante lentitud en muchos de los lugares en los que hemos comido. Según me cuentan, está incluso mal visto que te sirvan muy rápido. La verdad no estoy acostumbrado a esperar entre plato y plato 30 minutos o que una cena dure más de 2 horas.
Como todas las costumbres que encuentro cuando viajo, no hay otra cosa que respetarlas aunque le choquen un poco a un españolito de a pie como yo.
Decoración de Bazar |
Vamos a hablar del primer restaurante que visitamos en la moderna Rotterdam, el restaurante Bazar, un local de cocina exótica que mezcla cocinas de países del norte de África, Turquía y Oriente Medio.
El restaurante es muy conocido en la ciudad y está siempre ambientado y lleno hasta los topes. Como digo, por aquí gusta mucho este tipo de cocina exótica y disfrutan probando distintas cocinas del mundo.
Ubicado en una de las calles más concurridas de la ciudad, Whitte de Withstraat 16, cuenta con una decoración acertada que te transporta irremediablemente a países lejanos, y donde destacan su múltiples lámparas multicolores. Mesas de madera algo curtidas y una cubertería exótica le terminan de dar ese toque tan auténtico al local.
La carta cuenta con platos como el cous cous, el cordero, salmón, kebab, falafel y muchas especialidades turcas, marroquíes y de oriente medio.
Panes |
Al ocupar nuestros asientos nos han ido sirviendo algunos platos variados de lo más representativo del restaurante. Me ha costado saber incluso lo que comía, cosa que hizo la comida mucho más divertida. Entre otras especialidades hemos probado humus o crema de garbanzos, arroz envuelto en hojas de parra , distintas cremas para untar que no logré descifrar, todo acompañado con sus correspondientes panes.
También probamos típicas patatas con mayonesa ( un clásico en Holanda), y platos con salchichas, rollitos variados rellenos de especias, alitas de pollo a la brasa... La verdad es que todo estaba bastante rico, exceptuando algún sabor que mi paladar no logró descifrar.
Plato variado |
Nuestra mesa |
En general me fui con buen sabor de boca de este restaurante étnico de cocina fusión del medio oriente. Ambientado, buena cocina y no tardan demasiado en traer los platos. Si os pasáis por esta ciudad llena de rascacielos es una buena opción para probar distintas especialidades de la cocina de Oriente Medio y norte de África.
Ya seguiremos hablando de la "Holanditis" que he sufrido estos días y de los restaurantes que he podido probar durante mi viaje a los Países Bajos. Cuidaros y no dejéis de comer bien, vuestro cuerpo y mente os lo agradecerá.
Comentarios
Feliz Semana!
Besos :)